Por su carácter opaco y complejo, la explicación de la vida social, en clave de las ciencias sociales, no puede descansar en la observación y descripción naturalista. Para aprehender y explicar la realidad social los científicos sociales construimos categorías de análisis que ordenan la percepción, permiten sistematizar los datos relevados y explorar conexiones causales entre los hechos. En ese sentido es que puede interpretarse la propuesta de Karl Marx (1978) de que si se parte sólo de la observación se tendrá “…una representación caótica de la totalidad…” y que ir de lo abstracto a lo concreto –en tanto este último “síntesis de múltiples determinaciones” y “unidad de lo múltiple”– es la forma en la que el pensamiento reproduce y se apropia de lo concreto. Es decir, el proceso de conocimiento de la realidad social requiere de mediaciones conceptuales imprescindibles. Dado el papel que juegan las categorías de análisis, los conceptos y las teorías en el proceso de conocimiento de la realidad social en las ciencias sociales, el manejo diestro de la teoría social es una competencia básica de todos quienes nos desempeñamos en esas disciplinas.