Esta tesis analiza la memoria oficial de Medellín (Colombia) como una ciudad que pasó de ser la más peligrosa del mundo en los años noventa a convertirse en un ejemplo de transformación e innovación en la última década, a partir del estudio del desfile de silleteros (1), la festividad folclórica principal de la región y un evento a partir del cual es posible no solo conocer el relato oficialista con el que hoy se mercadea dicha urbe en el mundo, sino también los usos políticos y económicos que los gobiernos de turno le han dado para intentar ocultar otras versiones del pasado reciente.
Dichos usos se han valido de elementos tan arraigados como la identidad, de manera que tras un rastreo a través de su formación como el producto de un retorno a arquetipos e imágenes surgidas en el siglo XIX para consolidar el poder económico y social de las élites locales, así como de su permanencia en la actualidad y la fundación del desfile de silleteros como una tradición inventada siguiendo los postulados de Eric Hobsbawm, y Terense Ranger, se halla la conexión entre ambos hechos como primordial para la idea que gobiernos y medios de comunicación han construido de la Medellín de hoy.
Pero no hay que olvidar que frente al exceso de oficialismo surgen otras memorias, en este caso las que retornan a la ciudad del narcotráfico y las víctimas de su guerra, en la que sus familiares reclaman todavía verdad y justicia.