La cebada aumentó su superficie sembrada en Argentina en los últimos años y simultáneamente, la incidencia de enfermedades y plagas en el cultivo han pasado a ser de importancia económica. Durante tres años (2013-2015) se evaluaron líneas recombinantes de cebada, portadoras de Resistencia Sistémica Adquirida (SAR) frente a poblaciones de áfidos, que mostraron variación bajo condiciones de infección natural con Fusarium graminearum (Fg). Con el propósito de evaluar si se podía inducir tolerancia a Fg, estas líneas fueron probadas por su respuesta a fusariosis de la espiga (FE) con y sin pre-tratamientos de inductores hormonales en antesis.