La actividad minera del partido de Tandil tuvo su inicio a partir de la segunda mitad del siglo XIX con la explotación de rocas de aplicación. La producción de estas rocas consistió en la extracción de “granitos”, término que fuera utilizado para agrupar rocas ígneas y metamórficas provenientes del basamento cristalino y que, rápidamente se transformarían en recursos básicos de la actividad minera del partido y luego, de la provincia. En sus principios, hacia 1870, la producción minera de Tandil se inició con la explotación de estas rocas destinadas a la elaboración de adoquines y cordones. No obstante, durante parte de los siglos XIX y XX, el subsuelo de la ciudad de Tandil fue motivo de la explotación de otro tipo de materiales, en este caso de origen sedimentario, y provenientes de depósitos fluviales enterrados (paleocauces). Dicha actividad generó un conjunto de galerías subterráneas conocidas localmente como “minas de arena”. Con el objetivo de caracterizar qué tipo de materiales fueron extraídos de las mismas y luego rastrear su posible utilización en obras de vieja data, se realizaron estudios granométricos, petrográficos y mineralógicos comparativos en dichos sedimentos y en los agregados provenientes de una muestra de revoque de una bóveda antigua de valor patrimonial de aquella ciudad. La bóveda se ubica en el sector central del Cementerio Municipal de la ciudad de Tandil y su construcción data de la segunda mitad del siglo XIX. Los resultados obtenidos, indican que los agregados usados en la elaboración del revoque, arenas en su gran mayoría, son, morfológica, mineralógica y texturalmente semejantes y correlacionables con los sedimentos provenientes de las antiguas “minas de arena”. A su vez, observaciones realizadas sobre agregados que forman parte de revoques y morteros de sustratos provenientes de otras bóvedas de edad similar y localizadas en el mismo sector del cementerio, también permitieron identificar componentes que, mineralógica y texturalmente, son semejantes a los componentes que integran las arenas fluviales referidas. A partir de estos primeros resultados, puede expresarse que los materiales fluviales ya eran utilizados en la segunda mitad del siglo XIX en la construcción de, al menos, aquél tipo de obras. Los estudios amplían el espectro de la actividad minera en el partido de Tandil, enriqueciendo su importancia histórica y abriendo además, nuevas posibles líneas de investigación.