El presente trabajo está conformado por dos bloques. Los animales incluidos fueron 12 pacientes externos o residentes del Servicio de Medicina y Cirugía de Grandes Animales, Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Plata. En el primer bloque se realizó una comparación de la citología del lavaje broncoalveolar (BAL) entre dos grupos de equinos según la presencia o ausencia de signos de enfermedad respiratoria inferior. En el segundo bloque se analizó la citología del BAL antes y después de un mes de estabulación en cinco de los seis equinos pertenecientes al grupo de animales asintomáticos, los cuales habían permanecido a campo durante los tres meses previos a este estudio. Los animales sintomáticos presentaron una amplia variación en la citología, con distintos incrementos relativos en las células inflamatorias, pero en todos los casos superando ampliamente los valores de referencia considerados normales y el promedio de los animales asintomáticos. No se pudo comprobar que diferentes perfiles citológicos se correlacionen con determinados signos clínicos. Se evidenció que es imposible la diferenciación definitiva entre asma leve-moderado y asma severo únicamente en base a la citología del BAL. En el grupo asintomático, los macrófagos fueron la célula predominante superando el valor de referencia y más del 50% se encontraban activados. En la primer muestra cuatro de los seis animales asintomáticos presentaron un aumento leve de neutrófilos y/o mastocitos, dejando en discusión la clasificación de estos equinos como asmáticos subclínicos. Si bien todos los animales se mantuvieron sin sintomatología durante el periodo de estabulación, hubo claras alteraciones en la citología a los treinta días. Se evidenció un aumento variable en la proporción de macrófagos activos, neutrófilos y mastocitos. El cambio más notorio se dio en los eosinófilos, ausentes en la primera muestra y luego presentes en todos los equinos (por encima del valor de referencia en tres de los cinco casos). Se concluyó que la estabulación produce un aumento en la actividad macrofágica y una inflamación leve sin el desarrollo de signos de enfermedad respiratoria inferior.