Debido a los avances tecnológicos, las organizaciones educativas se enfrentan a diversos retos al proporcionar el apoyo mediados por las TI para el desarrollo de las actividades de índole académicas y administrativas. Ante el desafío que representa adoptar tecnologías nuevas y emergentes, resulta imperioso el uso eficaz de ellas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, a fin de brindar una educación acorde a los requerimientos actuales. Se deben "explotar las oportunidades que ofrece el cloud computing (CC)" (V. H. Pardeshi, 2014), para permitir el acceso conveniente a un conjunto compartido de recursos computacionales configurables (por ejemplo, redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que se pueden aprovisionar y liberar rápidamente con un esfuerzo mínimo de gestión o una interacción con el proveedor de servicios.
De forma similar y con mayor precisión el National Institute of Standards and Technology (NIST), lo define como “un modelo tecnológico que permite el acceso ubicuo, adaptado y bajo demanda en red a un conjunto compartido de recursos de computación configurables -redes, servidores, equipos de almacenamiento, aplicaciones y servicios- , que pueden ser rápidamente aprovisionados y liberados con un esfuerzo de gestión reducido o interacción mínima con el proveedor del servicio” (P. Mell and T. Grance, 2011).