La gran mayoría de los pacientes que asisten actualmente a la consulta buscando tratamiento ortodóncico, tienen motivaciones relacionadas con la estética, no sólo dental sino también facial, con expectativas cada vez más altas. Este es un hecho que los especialistas deben tener muy presente a la hora de definir los objetivos del tratamiento, ya que no se trata sólo de lograr una buena función y conseguir estabilidad, sino que además los resultados deben ser estéticamente satisfactorios para el paciente. Descripción del Caso: Paciente femenina de 19 años de edad, con antecedente de tratamiento de ortodoncia pero no había quedado conforme con el aspecto de su sonrisa. Al realizar la valoración clínica intrabucal se observa, clase II subdivisión molar y canina, desvío de línea media inferior hacia la izquierda. Overbite y overyet disminuidos. Ausencias de las piezas nº 1.4, 2.4, perno corona en la pieza nº 3.6 y la pieza nº 4.6 para exodoncia. En el estudio cefalométrico de McLaughlin – Trevisi se puede observar la clase III esqueletal, la dimensión del tercio inferior aumentada y los incisivos inferiores en retro inclinación. En la laminografía se observó una diferencia anatómica entre el cóndilo derecho y el izquierdo, en apertura máxima se puede ver un adelanto de ambos. En el análisis funcional se observó un correcto sellado labial, respiración nasal, deglución y fonación normales. Apertura y lateralidad normales, sin ruido ni dolor. En su análisis facial de perfil se observa un perfil ligeramente cóncavo, mentón adelantado y correcta relación bilabial. Se realiza tratamiento de ortodoncia con brackets prescripción MBT, extracción de la pieza nº 4.6, luego colocación de implante y cierre de espacios superiores. Conclusiones: Los tratamientos ortodóncicos nos dan la opción de elegir diversos caminos para lograr los objetivos funcionales y estéticos que cada caso requiere, siempre y cuando un diagnóstico y planificación adecuados estén perfectamente definidos desde el inicio del tratamiento.