En la región fitogeográfica denominada Parque Chaqueño se está produciendo actualmente un cambio de uso en muchos de sus suelos, proceso que ha sido denominado agriculturización por algunos autores. En este trabajo se propone investigar los efectos luego del desmonte y 5 años de uso en dos sistemas de manejo sobre uno de estos suelos, mediante indicadores de calidad de suelos. El suelo estudiado fue un Hapludol, ubicado en el centro de la provincia de Formosa sobre el que se identificaron tres sistemas productivos, Monte nativo degradado (M), Agricultura continúa en directa (Ac) y Ganadería (G). Se utilizaron seis posibles indicadores para la el horizonte Ap superficial: pH, Carbono orgánico (COo), Carbono particulado (COp), estabilidad estructural (EE), Nitrógeno total (Nt) y densidad aparente (DA) y subsuperficial (10-20 cm): pH y DA. Las hipótesis fueron: 1- Sistemas agrícolas y ganaderos aplicados en forma continua sobre un Hapludol de la región, producen, modificaciones tempranas en la calidad del mismo y pueden ser evidenciadas mediante el uso de indicadores. 2- La agricultura continua, aun con sistemas conservacionistas como el de siembra directa, causa una rápida disminución de la calidad en este suelo. 3- Las pasturas implantadas producen una mejora de la calidad del suelo, en relación al sistema de monte degradado. El uso pastoril resultó mantener la calidad en algunos de los parámetros analizados: COo y EE con respecto al monte nativo. La fracción más lábil del carbono, representada por el carbono particulado resultó superior en el testigo, monte nativo. Este último sistema presentó pH subsuperficiales ligeramente ácidos, mientras que todos los usos produjeron su incremento. La densidad aparente ha aumentado en ambos Ganadería y agricultura con respecto al Monte nativo. Se concluye que los sistemas agrícolas y ganaderos aplicados en forma continua produjeron modificaciones tempranas en la calidad del Hapludol estudiado. Las variables pH, COo, COp, EE y Da resultaron indicadores tempranos de la pérdida de calidad del suelo. La agricultura continua en siembra directa produjo el mayor deterioro del sistema edáfico evaluado. Contrariamente a lo esperado 5 años de pastura implantada solo atenuó el deterioro del suelo, pero no produjo mejoras sobre la calidad del suelo, en relación al sistema de monte degradado.