Allá por el año 1958 el folklore era la música popular de la juventud. La Universidad Nacional de La Plata, era una de las más latino americana y provinciana de todas ellas. Recibía gran cantidad de estudiantes provincianos y extranjeros. Todos ellos venían con la ilusión de obtener el título universitario que les permitiría un futuro de progreso en esos tiempos de crecimiento y desarrollo social.
Muchos de estos jóvenes venían de Salta con las músicas de las zambas, chacareras y coplas como equipaje cultural. La Agrupación Liberal Universitaria –ALU- del Centro de Estudiantes de Ingeniería recibió tradicionalmente gran cantidad de ellos. La transmisión del cariño de los muchachos salteños por su tierra contagió a muchos platenses y así se difundió por pensiones, agrupaciones, centros, reuniones y asados estudiantiles. Como era inevitable en esos tiempos, todos eran reformistas y defensores de la educación popular pública y laica. Era la escuela de la ley 1420 de Sarmiento y de la moderna universidad científica y de excelencia profesional de Joaquín V. González y de la Reforma Universitaria.