Pensar en las variadas formas en las que se produce el canto, además de los abordajes en las infinitas prácticas del mundo, requiere de algunos interrogantes a resolver: ¿A que le denominamos cantar? ¿Qué características supone ser cantante? ¿Cómo y de qué manera se aprende y se enseña? ¿Hay una única manera de acceso a esta práctica? ¿Existe un tipo de voz particular para esta práctica? Abordar estas preguntas en su amplitud, genera conflictos entre concepciones ya establecidas y aceptadas, y perspectivas que abren la puerta a una infinidad de posibilidades en la práctica del hacer musical, además de poner en discusión algunos supuestos muy bien asentados a lo largo del tiempo dentro de la academia y el paradigma del canto tradicional. Es por esta razón, que repensar los modos y formas en los que se accede al canto, es de vital importancia, puesto que existe un vasto mundo de herramientas, concepciones, ideas y posibilidades que hay en el abordaje del mismo. A partir de lo planteado, abordaremos algunos de los interrogantes propuestos, para reflexionar e intentar dar cabida a una propuesta que permita abrir un panorama que integre otros modos/formas de la práctica del canto. Para esto proponemos dos apartados focales: (i) técnica en un mar de pluralidades, y (ii) enseñanza universal de una práctica plural.