En los últimos años hemos presenciado dos cambios importantes relativos a la preservación de las producciones culturales: por un lado el advenimiento de tecnologías digitales que hacen cada vez más posible su difusión y conservación, y por otro un fuerte y nuevo impulso de ideas respecto a este mismo aspecto de la preservación, entendido como fundamental para la reconstrucción de la historia e identidades que conforman nuestra identidad nacional, reconociendo la importancia de lo audiovisual dentro de la producción artística autóctona.