Nadie que tenga alguna relación con la producción agrícola, desconoce la importancia que poseen los pulgones como plaga, ya sea actuando en forma directa o transmitiendo virus. Ya a mediados del siglo XVIII, Linneo describió las primeras especies de lo que luego fue la familia Aphididae. El gran número de taxones descriptos desde aquel entonces y la abundante bibliografía generada sobre ellos, motivó hace poco más de 20 años, la publicación de dos obras fundamentales: “Bibliography of the Aphididae of the world” (Smith, 1S72) y “Survey of the world’s Aphids” (Eastop & Hille Ris Lambers, 1376). Pero en 20 años, biólogos e investigadores de todo el mundo que realizan trabajos relacionados con los áfidos, han producido una gran cantidad de información que incluye la descripción de alrededor de 700 nuevas especies y que era imprescindible ordenar para su fácil y correcto manejo. Esta tarea titánica fue encarada por uno de los más eminentes afidólogos de la historia, el Profesor Georges Remaudiére y su hijo Marc Remaudiére, en su trabajo “Catalogue des Aphididae du monde”, una obra bilingüe, en francés e inglés, publicada por el Institut National de la Recherche Agronomique (I.N.R.A.).