Para quienes nos desempeñamos como docentes en el nivel medio en los últimos años la Saga Crepúsculo se ha transformado en motivo de comentarios frecuentes, cuando trabajamos con literatura gótica, con el tópico del vampiro, pero también cuando se abordan temas que preocupan y han preocupado a la humanidad como la inmortalidad, el amor, las rivalidades.
El volumen que reseñamos es una compilación de artículos de autores y autoras de diferentes universidades de Estados Unidos realizada por Rebecca Housel y Jeremy Wisnewski. Tanto la introducción como la presentación de los autores tiene un tono humorístico, con apelaciones al lector y el tono general de los trabajos compilados es ensayístico. Si bien no está compuesto por ficciones que continúen el universo narrativo propuesto por la Saga Crepúsculo [1], como lo hacen otros productos y objetos de las narrativas transmedia (Jenkins, 2003), si ofrece a los y las fanáticas de la saga continuar con la experiencia de lectura iniciada con las novelas. El amor y la muerte atraviesan toda la serie de relatos y son descriptos en la introducción por Housel y Wisnewski como los grandes temas de la Humanidad en tanto permiten una comprensión de nosotros y del mundo que habitamos. Los personajes de bella y Edward son definidos como “el espejo de nuestros más grandes temores y esperanzas” (p. 14) y representan la posibilidad de reflexión y exploración de nuestra condición humana. Desde esta reflexión enuncian una serie de preguntas que resumen los interrogantes explorados en algunos de los diez capítulos divididos en cuatro partes (cada una con el nombre de una de las cuatro novelas de Meyer): “¿Cuál es la naturaleza del amor? ¿Es la muerte algo que temer? ¿Cómo deben reaccionar las feministas con Bella Swan? ¿Existe la obligación de ser vegetarianos? ¿Qué se siente experimentar el mundo siendo un vampiro? ¿Qué significa ser una persona? ¿Qué tan libres somos?”