Falta poco para el día de la niñez y empiezan a aparecer de a poco las publicidades de juguetes; muñecas, autitos, pistas de carreras, juegos de cocina y máquinas para hacer helado. La oferta es insaciable y está perfectamente segmentada de acuerdo al sexo asignado al nacer: si la persona nació con vagina es niña y deberá jugar con una muñeca; por otro lado, si nació con pene es niño y tendrá que jugar con autitos.