El presente trabajo se propone reflexionar acerca de los SMS como código en tensión entre la oralidad y la escritura. Para dimensionar el fenómeno, señalemos que según la Comisión Nacional de Comunicaciones, se enviaron en mayo de este año más de 5.038.900.000 de SMS. En primer lugar, se hará referencia a algunas características de la oralidad y de la escritura, para construir la calidad de “híbrido” de los mensajes de texto. Luego, partiendo de la idea que “somos hablados por nuestro lenguaje”, se abordará la utilización de la telefonía móvil y de las prácticas que con (y desde) estos dispositivos configuran e instalan nuevos sentidos en las relaciones cotidianas, como un nuevo código constitutivo de la producción y reproducción de lo social, y a la inversa. Entendemos al lenguaje como modo de configuración de la identidad y la cultura; ya que con él se perfilan las normas y se idean las tácticas y estrategias para mediar con ellas. En el mismo sentido, modifica el sensorium acerca de lo social, configurando nuevas relaciones simbólicas y redefiniendo los vínculos, en este caso, hacia una cultura móvil que configura un nuevo tipo de ser humano: el homo mobilis.