En esta investigación se analizan las contribuciones en materia de comunicación en la ciudad de Medellín a partir de procesos para el fortalecimiento de la ciudadanía gestados por la Corporación Región y Fundación Social en cooperación con el Estado y otros actores sociales, entre 1990-2010. Se parte de dos supuestos: 1. Que la comunicación como categoría teórica y práctica ha sido poco estudiada en los procesos de transformación de la ciudad. 2. Que el saber comunicacional generado en los procesos de las organizaciones objeto de estudio, se instaló en las entidades gubernamentales por medio del trabajo conjunto y por la vinculación de los comunicadores en ambos sectores. El marco conceptual se originó desde el campo comunicación/cultura, enfocado en la relación ciudadanía-comunicación-lo público. Bajo un paradigma cualitativo, se optó por el enfoque biográfico, que permitió comprender un fenómeno a partir de las relaciones existente entre sujetos, discursos y contextos concretos a lo largo de dos décadas. Los hallazgos se explican a través de tres líneas de tiempo paralelas que se inician a finales de los ochenta: la primera, se origina en la Fundación Social con el modelo de comunicación Macro-intencional hasta llegar al modelo de Comunicación Pública Organizacional e Informativo para las Entidades del Estado, MCPOI. La segunda, nace en la Corporación Región con el programa Arriba mi Barrio hasta las alcaldías donde representantes del sector social alcanzaron el poder. Y la tercera, parte desde 1967 en la administración municipal. En esta época, las actividades de comunicación inician con funciones de relaciones públicas; luego se incluyen las de prensa, y en el 2004 se produce la confluencia de las tres líneas; de esta manera, el saber del tercer sector cimienta las bases para concebir y direccionar la comunicación en el ámbito municipal. Se hallaron aportes en el ámbito de lo teórico-práctico, como la fusión de la comunicación para el desarrollo con bases funcionalistas y organizacionales; en lo metodológico, la intención pedagógica, la georreferenciación y la sistematización fueron patrón para la intervención social; en lo público, la dimensión administrativa se incluye en los modelos comunicacionales, la unificación de la pauta de medios, la re-significación de la movilización social y las relaciones de poder se objetivaron para legitimar la práctica comunitaria. Lo expuesto sirve como base para dar cuenta de una ciudadanía comunicativa que se explica desde la triple relación de situación, condición y acción (Naranjo, 2001) y la autoestima social que ingresa como categoría para explicarla.