En el proceso de creación artística contemporánea los colectivos de artistas impulsan a través de estrategias directas, la creación nuevos espacios de trabajo, en donde indagar social, política e históricamente sobre acontecimientos que los involucra, directa o indirectamente, estableciendo en la acción la búsqueda de conceptos de identidad y memoria. Los artistas o colectivos de artistas buscan en la construcción de estos espacios generar a través de las acciones artísticas directas la Memoria Colectiva, provocando transformaciones que incidan en la ciudad y la resignificación de los espacios. Generando dogmáticamente intersticios identitarios en la conceptualización de aquel que se concibe como espectador/ transeúnte/publico/ habitante de la ciudad. La reflexión va a centrarse en la crítica al poder a través de la producción artística, en las ampliaciones conceptuales que se van a plantear en el objeto artístico a partir de los diferentes recorridos estéticos/espaciales y en la transformación espacial, en donde todos los sujetos sociales se verán involucrados a partir de la reflexión y activación de la memoria individual/colectiva. Así el Arte se transforma en una acción cargada de sentido, concibiendo los usos políticos del Espacio Urbano. Esta transformación espacial establece la dualidad producción-interpretación simbólica, entre lo público/colectivo-privado/individual, en donde, el público resignifica el objeto artístico interpelándolo mediante sus propios aprioris y sus códigos perceptuales.