La propuesta fue desarrollar una silla de ruedas que pueda ser producida en el país y que se adapte a los diferentes usuarios, utilizando recursos formales relacionados con el deporte. El producto fue pensado para usuarios que pretenden iniciarse en el deporte o que ya están avanzados, con posibilidades de competir a nivel regional, sin ambiciones de usarse en un ámbito profesional. La intención en cuanto a lo conceptual fue dejar atrás el lado clínico y hospitalario para dar lugar a un lenguaje propio. Para ello, se utilizaron como disparadores los conceptos de movimiento y orgánico. Lo orgánico hace referencia a todo lo natural para relacionarlo con el cuerpo humano y el movimiento al deporte.