El análisis que proponemos en este trabajo se vincula a la experiencia de prácticas de formación profesional correspondiente al quinto año de la carrera de Trabajo Social de la UNLP, por parte de una de las integrantes que presenta el mismo. Nos propusimos abordar principalmente dos ejes en tomo a la fotografía: como herramienta de comunicación en la intervención profesional por un lado y, por el otro, como una herramienta de registro. En cuanto al primer eje, mostramos como la fotografía comunica, pero también denuncia v expresa lo que muchas veces no podemos poner en palabras. Es una herramienta que, a su vez, muestra la realidad v hace visible lo que muchas veces queda en el imaginario de los sujetos. Respecto al segundo eje, analizamos la fotografía como registro, la cual hace visible y ayuda a comprender, a veces, las múltiples dimensiones de la vida cotidiana de los sujetos. La propuesta aquí está ligada a entenderla como una herramienta que habilite posibilidades en términos propositivos y no como una herramienta de control social.