Mediante el presente trabajo se pretende realizar un análisis de los factores que determinarán el futuro del sistema impositivo a través de los ejes que están definiendo la economía digital a nivel mundial. En primer lugar se observa el crecimiento de los servicios digitales como un tipo de comercio electrónico, y la adopción de canales digitales para maximizar ganancias por parte de las empresas. Este fenómeno está acompañado por la aparición de nuevos sujetos que gestionan pagos de forma no bancaria, por fuera de la regulación estatal, comenzando a delinear así la economía digital del futuro. Luego asistimos también a la aparición de “monedas” o intangibles que permiten cancelar obligaciones que ponen nuevamente en problemas a los sistemas tradicionales de pago, a los estados, y al sistema financiero mundial. Es así como los estados comienzan a vislumbrar nuevas herramientas que les permitan combatir la evasión fiscal, y planear una nueva política fiscal adaptada a la economía digital a través de herramientas de big data, que se alimentan de muchas fuentes de información, y convenios de intercambio automático de datos. Sin duda la nueva economía es intangible, digital, y planteará no pocas controversias sobre la privacidad de nuestros datos en manos de los fiscos.