In Spanish
En estos años ha ganado sonoridad en nuestro país una línea de discursos que enfatizan presuntos defectos culturales de los argentinos. Estas narrativas han puesto el foco en la existencia de una “grieta” o división política tajante en la sociedad y, más recientemente, en aspectos como la aparente degradación moral del país y la inclinación de sus ciudadanos a depender del Estado en detrimento del esfuerzo personal. Usando las bases de datos de la World Values Survey y, de modo complementario, Latinobarómetro, el trabajo contrasta empíricamente los supuestos básicos de estos relatos examinando cómo evolucionaron en las últimas tres décadas las actitudes y valores de los argentinos en un conjunto de temas económicos y culturales clave. El análisis se extiende a la sociedad como un todo y algunos de sus grupos sociales, como las personas politizadas, los votantes partidarios y las regiones geográficas. Aplica, en particular, el método desarrollado por DiMaggio, Evans y Bryson para el estudio de la polarización política de la sociedad. La evidencia empírica arroja que los supuestos de estos discursos no tienen correlato en la realidad y que, en los últimos años, los argentinos tendieron a converger, antes que a divergir, en temas fundamentales.
In English
In these years, a line of discourse that emphasizes alleged cultural shortcomings of Argentines has gained resonance in our country. These narratives have focused on the existence of a "fissure" or sharp political division in society and, more recently, on aspects such as the apparent moral degradation of the country and the inclination of its citizens to depend on the State in detriment of personal effort. Using the databases of the World Values Survey and, complementarily, Latinobarómetro, the paper empirically contrasts the basic assumptions of these narratives examining how the attitudes and values of Argentines have evolved over the past three decades on a set of key economic and cultural issues The analysis focuses on the society as a whole and some of its social groups, such as politicized people, partisan voters and geographic regions. It applies, in particular, the method developed by DiMaggio, Evans and Bryson for the study of mass political polarization. The empirical evidence shows that the assumptions of these discourses have no correlation in reality and that, in recent years, Argentines tended to converge, rather than diverge, on fundamental issues.