En el marco de los recientes acuerdos globales, varios gobiernos locales de todo el mundo junto a distintas redes de ciudades iberoamericanas (CIDEU, UCCI, UCLG, entre otras) comprometidos con un modelo de desarrollo urbano y territorial sostenible e integrado, consideran que la Agenda 2030 es una oportunidad para impulsar una transformación de los modelos de desarrollo local hacia otros más equitativos y sostenibles. Por ende, trabajan en adaptar sus políticas y modelos de ciudad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los postulados de la Nueva Agenda Urbana (NAU).
La importancia de los ODS y la NAU radica en que aportan un marco común (relacionado con la comunidad global y adecuado a los gobiernos locales) para el desarrollo urbano y territorial sostenible e integrado, y a la vez movilizan recursos financieros nacionales e internacionales.
En este contexto, se plantean los desafíos que enfrentarán las ciudades y se propone una serie de valores basados en lo que se denomina ‘localización de los ODS y la NAU’, en un sentido de adaptación y apropiación de estos objetivos de desarrollo y de la Nueva Agenda 2030, desde una perspectiva urbana territorial, pero entendiendo la integración e interconexión del modelo con otras dimensiones del desarrollo: social, económica, medioambiental, cultural y de gobernanza.