En su articulo “Los Juicios del Mal”, Vera Carnovale hace un interesante balance sobre el desarrollo de los Juicios por los crímenes de la Dictadura, y de esa manera responde a las voces que están pidiendo ponerles fin, en el sentido de interrumpirlos. Las razones que se esgrimen apuntan a dos cuestiones:
a) Que están generando injusticias sobre personas acusadas, por irregularidades en los trámites y falta de respeto a sus derechos.
b) Que no constribuyen a pacificar a la sociedad porque, al estar inspirados en “deseos de venganza”, estarían ahondando diferencias y enfrentamientos en la sociedad.
Si algo de lo primero fuera cierto, se resolvería con las correcciones necesarias. Lo segundo ya es más difícil de justificar, porque ¿cuál sería la virtud –el beneficio social- de dejar delitos sin juzgar? O, ¿en base a qué razón o principio, a alguna personase le podría negar el derecho a reclamar ante la Justicia, cuando la Justicia Ordinaria fue la “vía” que esta Sociedad eligió para saldar l cuestión de la violación a los derechos humanos?