El lugar y el espacio que ocupa una noticia en el diario influye de manera fundamental en la percepción por parte del lector, relativizar su importancia y favorecer a que una determinada información pueda pasar más o menos desapercibida en función de los intereses del medio, es moneda corriente en la Era de la sobre-información y manipulación informativa. Lo cierto, es que los medios bajo la apariencia de informar, establecen en realidad una jerarquización interesada de las noticias, que colabora con los intereses del medio y sus relaciones con el poder. El contexto en el que es presentada una noticia, tanto su título, como foto que la rodea, puede influir de forma importante en su interpretación. La mayor parte de las veces el marco contextual de una noticia responde (selección y colocación estratégica de fotos, redacción de titulares, etc.) para que el entorno también influya sobre la interpretación, reforzando así el -mensaje – negativo o positivo de la misma, desmintiéndola, encubriéndola o, por el contrario, resaltándola. El “estar en Tapa”, en su conjunto, puede convertirse en un mecanismo muy perverso de interpretación de la realidad, promoviendo la asociación de ideas, circulación de noticias falsas, omisión de información importante cuya finalidad es influir en la percepción de los lectores, donde muchas veces los medios actúan como cómplices del poder. La cobertura en Tapa de los diarios Clarín y La Nación, sobre la desaparición de Santiago Maldonado, desde el 1 de Agosto y hasta la aparición del cuerpo y su reconocimiento, el 23 de Octubre, es un fiel reflejo de la manipulación mediática y total complicidad con el poder político. Estos medios hegemónicos contribuyeron con sus “Tapas para Tapar información” que pudieran comprometer al poder.