Las crisis latinoamericanas de fines del siglo XX pusieron en evidencia que el fenómeno globalizador no reportaba beneficios para todo el globo. Como consecuencia, en la primera década del presente siglo comenzó a producirse una oposición por parte de naciones periféricas quienes cuestionan el orden neoliberal que los ubicaba del lado perdedor de la balanza. Esta tensión empezó a evidenciarse también en los países industrializados de occidente a partir de las consecuencias de la crisis internacional iniciada en 2008. Por primera vez la balanza parecía mostrar resultados negativos también para el centro.
El año 2016 está considerado como el año del quiebre efectivo de este esquema de globalización neoliberal y en alguna medida de este orden internacional heredado desde la posguerra, porque si bien durante este período se produjeron una buena cantidad de acontecimientos de una envergadura suficiente para su análisis, no hay grandes discusiones respecto a que la decisión británica de abandonar la Unión Europea (UE), y la llegada al poder del empresario estadounidense Donald Trump, fueran los eventos que sacudieron el escenario global, y que van a quedar reflejados en el análisis histórico de esta época.
En el orden regional, las crisis de deuda de fines del siglo pasado, y consecuentemente de los gobiernos liberales, provocaron un relativo agotamiento del regionalismo abierto y la búsqueda de instancias de integración basadas en nuevos principios. Durante la primera década del siglo XXI en la región se perfiló una divisoria entre los distintos mecanismos subregionales construidos o resignificados a partir de las respectivas crisis neoliberales de cada una de las naciones.
Es objetivo de este trabajo es poder identificar las causas que llevaron a los acontecimientos que marcan el quiebre de ese orden mundial neoliberal para, de este modo y desde un punto de vista político y económico, lograr descifrar a qué responden las políticas que al día de la fecha están tomando los países del centro respecto del comercio y su inserción en los mercados mundiales. Se busca determinar las implicancias de esta nueva crisis global en la faz regional y el impacto que tienen, o pudieran tener, las políticas llevadas a cabo por el centro industrializado ante estas nuevas circunstancias globales. Del mismo modo, también delinear cuáles son los desafíos propios de la región ante este nuevo escenario, qué posibles líneas de acción se están trazando desde las distintas instituciones regionales y subregionales, y cuáles son los liderazgos necesarios que estas acciones necesitan.