El hecho de que la discapacidad sea una cuestión de derechos humanos, parece que, en la actualidad, es una afirmación que no se cuestiona. Sin embargo, hasta tiempo no muy lejanos –y aún lo es en algunos sectores de las sociedades- parecería ser un fenómeno de caridad o asistencialismo. No obstante, en la actualidad se calcula que en el mundo hay 650 millones de personas que viven con alguna discapacidad, y si se incluye a los miembros de sus familias, el número de personas directamente afectadas por la discapacidad asciende a alrededor de 2.000 millones, casi un tercio de la población mundial. Las personas con discapacidad representan, pues, un importante problema de desarrollo que a menudo se pasa por alto, y el logro de la igualdad de derechos y de acceso para esas personas tendrá una enorme repercusión en la situación social y económica de los países de todo el mundo (Naciones Unidas, s.f.).