En los últimos años está consolidándose una tendencia legislativa que reconoce mayor margen de libertad individual en la esfera intima y familiar. Esta tendencia parece estar asociada a las condiciones de producción prevalecientes en las sociedades centrales. Más allá del impacto que semejante política legislativa pueda tener donde es aplicada, empieza a llamar la atención su resonancia sobre algunos países latinoamericanos, especialmente proclives por su estructura neocolonial a mimetizarse con los patrones de conducta difundidos desde aquellas sociedades centrales.