“Bandersnatch”, el último estreno de la saga Black Mirror, es una película interactiva que se estrenó el pasado 28 de diciembre y que captó la atención de los usuarios a escala global. El largometraje se construye a partir de posibles finales y avances con interrogantes que remite a la serie de libros juveniles “Elige tu propia aventura”, que sigue la línea distópica de la serie.
A modo de sinopsis, y sin intenciones de spoilear, la película se sitúa en 1984 y cuenta la historia de Stephan, un joven desarrollador de videojuegos que trabaja en un nuevo producto basado en una obra literaria y con la que pretende alcanzar un empleo soñado. A partir de ahí, el derrotero del joven programador es “acompañado” por los espectadores, quienes participan, interactúan e intervienen en las decisiones del protagonista. Incluso, durante el desenvolvimiento de la trama, Stephan alcanza a advertir que sus acciones son definidas por un otro. Este aspecto dramático que nos envuelve en los debates sobre los alcances de la libertad individual se resuelve en la película con varios recorridos y “desenlaces” posibles, que nunca alcanzan a ser finales.