Una correcta política de la comunicación en una organización (y su adecuada planificación y gestión) solamente es posible si se comprende en toda su magnitud el concepto básico de lo que representa la comunicación con los empleados. Y no estamos hablando simplemente de recordar una definición más o menos acertada de dicha expresión, sino de aceptar e interiorizar la verdadera filosofía de la comunicación con los empleados.
De esta forma, las organizaciones adquieren una dinámica y un estilo particular, la de organizaciones comunicantes, adoptando una conciencia comunicativa fuerte en todos los niveles organizativos, desde la gerencia general hasta los empleados de base, que esta basada en el respeto mutuo, la ética y la actuación oportuna.