In Spanish
Los regímenes comunistas carecían de mecanismos políticos para resolver las disputas en torno al reemplazo del máximo líder dado que no tenían contemplados mecanismos participativos de canalización de las pulsiones internas ni existían espacios para el pensamiento crítico, el disenso, el libre flujo de información y la discusión abierta. El cargo de máxima autoridad parecía estar concebido ad eternum e inmune a la crítica. La vida partidaria interna era gris, estrictamente jerarquizada y con fuerte vigilancia. Por eso, cada relevo estuvo precedido de conspiraciones y deslealtades. El trabajo examina tres casos paradigmáticos de intentos no logrados de relevo relativamente pactado: Roberto Robaina en Cuba, Werner Lamberz en la República Democrática Alemana, y Lin Biao en la República Popular China.
In English
Communist regimes lacked political mechanisms to solve disputes about how to replace the party and state’s leader as they failed to take into consideration participatory mechanisms to channel internal drives. Nor were there spaces for critical thinking, dissent, free flow of information or open discussion. The highest position of authority seemed to be conceived ad eternum and immune to criticism. Inner partisan life was grayish, strictly hierarchical and strongly surveillanced. Therefore, each and every replacement was preceded by both conspiracies and inner disloyalties. The paper examines three paradigmatic cases of unsuccessful attempts of relatively agreed upon succesions: Roberto Robaina in Cuba, Werner Lamberz in the German Democratic Republic and Lin Biao in the People's Republic of China.