El 13 de junio de 1897, en la ciudad de Buenos Aires, se editaba por primera vez el periódico anarquista La Protesta Humana (LPH), de salida quincenal y matinal. Aunque lograría una asombrosa e inusual perdurabilidad en el tiempo, el sostenimiento editorial transitaría por sinuosos caminos. Por momentos, la temida palabra déficit volvía a emerger y proyectaba una vez más, la agravante situación. Encendida la alarma, los esfuerzos se doblegaban buscando evitar no ser parte de la nómina de periódicos que nunca lograron reponerse.
La presente ponencia busca indagar las formas de financiación proyectadas e impulsadas por el matutino durante su primera etapa editorial: 1897-1904. El límite temporalidad, lejos de ser azarosa, tiene su justificación en la historia misma del periódico. Se inicia en el preciso momento que su primera edición sale a calle. Además de ser un motivo de algarabía, la dificultad económica se haría presente. Relegando, al menos por un tiempo, el deseo inicial de salir semanalmente. El cierre de la investigación coincide simultáneamente con un suceso largamente añorado y que fuera hecho realidad en abril de mil novecientos cuatro: salir cotidianamente.