En 1919 se desencadena una de las huelgas con mayores consecuencias fatales y políticas que haya experimentado hasta el momento el país, conocida como la Semana Trágica, mote incorporado por la propia revista Caras y Caretas.
Como actor del sistema político, la revista Caras y Caretas ofreció su versión de los hechos y emprendió un tratamiento particular, con marcas que podrían calificarse como espectacularizantes debido al despliegue gráfico e icónico efectuado en el relato de los acontecimientos, con el agregado de aspectos emocionales que se pueden reconocer tanto en su producción discursiva como en las imágenes presentadas.