Los espacios litorales del frente marítimo bonaerense se están transformando rápidamente en destinatarios de proyectos inmobiliarios de grandes dimensiones, a partir del interés del mercado por aprovechar su alto valor paisajístico y turístico, replicando un fenómeno que ya viene sucediendo desde hace tres décadas en algunos de los frentes fluviales de la Región Metropolitana de Buenos Aires.