Durante los años en los que la última dictadura militar desplegó su aparato represor al mando del Estado, las expresiones culturales populares fueron controladas, perseguidas y censuradas sistemáticamente. Y tanto quienes la producían como quienes la consumían, fueron víctimas de ello. Se prohibieron discos, se confeccionaron listas negras de artistas y de canciones, se realizaron detenciones ilegales en los recitales y muchos debieron refugiarse en el exilio como única alternativa para sobrevivir. Tras la Guerra de Malvinas en 1982, el gobierno de facto, en aquel entonces con Leopoldo Galtieri al frente, entró en su etapa de decadencia y no tuvo más opción que comenzar una transición que finalizó, en 1983, con el regreso de la democracia. Y la recuperación de las libertades y de los derechos devino en la posibilidad de producir nuevos contenidos culturales.En ese contexto, Charly García dio inicio a su carrera solista con dos álbumes que retratan las problemáticas que se vivían en aquel momento histórico: Yendo de la cama al living (1982) y Clics Modernos (1983). Ambas obras no sólo dieron inicio a una nueva etapa del rock argentino, en el que cambiaron la estética, la lírica y los ritmos, sino que también construyeron sentidos a través de la crítica, de la melancolía y de la conciencia histórica, atravesadas por el pasado inmediato. Allí, García plasmó la realidad cargada de miedos, de oscuridad y de opresión que azotaba a los sectores ligados a los campos populares de la sociedad argentina. Por ello, consideramos la obra inicial de Charly García como una muestra fundamental para observar y comprender aquella época. Este trabajo, entonces, intenta proponerse analizar esa construcción de sentido en relación al Estado, al poder, a los derechos y a las libertades que se generaron a partir de esos dos trabajos artísticos, teniendo en cuenta que toda producción cultural se enmarca en el contexto social, político y económico que la atraviesa.