El artista, dice Lacan, le lleva la delantera al psicoanalista, le abre y anticipa los posibles caminos de un saber y hacer su propia práctica. Reformular no es desechar algo viejo para pasar a algo nuevo, sino hacer un uso de lo que ya no está en vigencia, de lo que no sirve, para transformarlo en obra de arte. En el año 1905, Francisco Ctibor compra una fábrica con un horno de cerámica Hoffman sobre el Camino Centenario y construye un agrupamiento poblacional que sería el germen de un pueblo, actualmente la localidad de Ringuelet. Allí convivían inmigrantes europeos con lugareños, diferentes multiculturalidades en una nueva patria, que darían comienzo a la mayoría de los ladrillos con los que se construyeron los edificios y ciudades principales de la República Argentina, declarados hoy Patrimonio Cultural Nacional.