La comunicación publicitaria en el ámbito de la educación superior estatal en la Argentina no alcanzó los estándares de las disciplinas más reconocidas, de hecho no existen carreras de Publicidad en universidades públicas, sino que aparecen en algunos pocos casos a modo de orientaciones de carreras de Comunicación. La misma dificultad para la ubicación del origen de la Comunicación que oscila entre las humanidades y las ciencias sociales, es para la Publicidad el proceso de asumir que “ella misma es comunicación…y se dio en el tiempo… en coincidencia con la aparición de la semiología barthesiana” (Costa; 1992: 40). Producto de esta etapa es la consciencia de que la comunicación constituye un sistema independiente de aquello que comunica, que la publicidad en consecuencia, fabrica productos comunicacionales y se desarrolla en el mundo simbólico. No obstante su reconocimiento académico llegó condicionado por otros dos aspectos, que por la fuerza de su impacto, colaboraron con su estigmatización: el de la escuela crítica en su rol indiscutible como instrumento de la sociedad de consumo y la vía del marketing en las escuelas de negocios, analizándola como recurso para poner un producto en el mercado. De esta última línea se nutrieron la mayoría de las carreras de Publicidad desarrolladas en universidades del ámbito privado y escuelas de nivel terciario que abordan su enseñanza. Mientras que en las carreras de Comunicación de universidades públicas, por lo menos aquellas que como parte de este trabajo fueron relevadas, las asignaturas de nominación y contenidos variados, están en líneas generales, más influenciadas por la segunda corriente.