Toda literatura está atravesada y enraizada por la subjetividad de cada persona, por su contexto y por su historia de vida particular.
Los diferentes momentos de nuestro país han sabido construir a cada sector de la sociedad y también a la literatura. Partiendo de esta base, a la hora de expresarnos, no podemos escapar de aquellas vivencias que configuran o configuraron nuestra propia experiencia, al contrario, debemos apropiarlas para poder contarlas.