Los fundamentos de la queiloscopía han sido equivalentes a los descriptos para la dactiloscopia. Se ha señalado que las huellas labiales son únicas, invariables, permanentes y permiten establecer una clasificación. No obstante, algunos autores consideraron que los estudios han sido insuficientes y no han logrado demostrar que las huellas son únicas (Ball J. 2002), permanentes e invariables y que se debe investigar más antes de aceptar las huellas labiales como prueba en un caso judicial. Esta falta de consenso ha determinado que los tribunales no reconocieran ni le otorguen el mismo nivel de confianza a las huellas labiales que a las dactilares.