En nuestra vida cotidiana continuamente realizamos tareas, la mayoría de ellas seguramente son asistidas por ese otro mencionado en “La era de lo asistido-Parte 1”. Por ejemplo, utilizamos sistemas que nos alertan sobre el estado del tránsito en tiempo real cuando conducimos nuestro vehículo para llegar a un destino o bien ingresamos a tal o cual plataforma de viajes para reservar nuestro lugar de vacaciones. En ocasiones, consultamos a nuestro asistente de Google sobre alguna cuestión como el tiempo, para tomar los recaudos del caso, o simplemente utilizamos el bloc de notas de nuestro celular o alguna aplicación destinada a tal fin, para realizar una lista de compras del supermercado, antes de efectuar la compra.
Lo cierto es que todas estas tareas que realizamos a diario en la vida real implican, en general, la codificación y descodificación asistida y mediada de datos y la lectura, escritura e interacción con otros usuarios humanos o no humanos (IA), como ya se dijo.