Considero que el trabajo de difusión e información sobre los derechos y violencias en la atención obstétrica tiene dos ejes: uno pos-fáctico, es decir, de trabajo y significación de las experiencias de embarazo y parto; y otro pre-fáctico, es decir, de prevención de la violencia y de sensibilización y conocimiento de los derechos que tenemos en el nacimiento de nuestrxs hijxs. Estos ejes se pueden pensar como dos procesos: 1. Reconocerse víctimas de violencia obstétrica, es el primer paso para poder cuestionar la atención médica recibida y denunciarla. Uno de los dispositivos que se encuentran en línea y que han permitido trabajar en este sentido, ha sido un test diseñado por movimientos de mujeres y difundidos por las redes sociales [2]. Asimismo, la realización de encuestas o la visibilización de frases que se han naturalizado como parte ineludible de las relaciones médico paciente en la obstetricia (me refiero a la campaña gráfica del Facebook “Stop Violencia obstétrica” que se ve aquí abajo) que muestra, aprovecha la masividad que otorgan las intervenciones en línea.