Hasta la década de los años 80 y, fundamentalmente en América Latina, los esquemas de integración regional tuvieron una función defensiva. Este “viejo regionalismo” (como se lo denomina actualmente en contraposición al “nuevo regionalismo” característico de los años 90), se desarrolló en el marco de las estrategias de industrialización por sustitución de importaciones (ISI), modelo que dominó las políticas de desarrollo llevadas adelante por los gobiernos latinoamericanos desde inicios de la década de los ’60 (incluso en algunos países tuvo comienzos más tempranos).