El presente Trabajo Integrador Final (TIF) propone una producción y edición de un libro digital dentro del género de la crónica periodística, destinado a contar seis historias de vida de mujeres que son trabajadoras sexuales o clientas de trabajo sexual, con el objetivo final de dar a conocer qué tienen para decir estas voces silenciadas respecto a sus prácticas sexuales.
Para realizar el proyecto, y en virtud del marco conceptual, el trabajo recuperó e integró la voz de tres mujeres trabajadoras sexuales militantes de diferentes organizaciones políticas y sindicales del país, a fin de darle una perspectiva asociada a la lucha y la reivindicación de los derechos laborales y sociales del colectivo, así como de tres mujeres que se asumen en el rol de clientas que libremente decidieron pagar por un servicio sexual.
En este sentido, y respondiendo a un marco contextual en el que el avance de los movimientos de mujeres sobre el campo de la política no sólo genera temas de agenda sino que también se posiciona ante los debates con respuestas políticas, como es el ejemplo de la lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, este Trabajo Integrador Final busca seguir abriendo el debate hacia temáticas que aún no han sido lo suficientemente investigadas en el ámbito académico de la comunicación, como es el caso de la prostitución.
Por este motivo el propósito de esta investigación es dar a conocer los diferentes recorridos de vida de estas mujeres para romper con la romantización naturalizada que se tiene sobre quiénes son las prostitutas y quiénes son los (las) consumidores de la prostitución. Mostrar por medio de la narración sus infancias, sus realidades, sus percepciones, sus sentimientos y, en definitiva, sus voces, es la herramienta que se utiliza para romper con la invisibilización social y poder hacer eco de sus problemáticas y experiencias con la posición política de la perspectiva de género.
Tal es la invisibilización que la categoría de trabajadora sexual casi no existe dentro de los medios de comunicación, incluso cuando muchos de los trabajos o roles que le permiten ocupar a las mujeres en los medios implica trabajar con la sexualidad o “lo sexual”, sin embargo las prostitutas, de una u otra manera, siempre son pensadas como “las otras”. Mucho menos común es pensar que una mujer podría llegar a ser una sujeta de deseo que tiene necesidades sexuales ya que lo erótico siempre está dirigido hacia las identidades masculinas con la mujer objetivada. Por estos motivos este trabajo apunta a romper con ese blindaje mediático que no es más ni menos que un constructor de representaciones sociales.