En la actualidad, el uso de las estadísticas se ha extendido mucho más allá de los decisores en el terreno de las políticas públicas, los empresarios y los investigadores. Así, los ciudadanos reciben cada día informaciones referidas a diversos aspectos que se asocian a su vida cotidiana y que son producidas por las oficinas de estadísticas públicas. Datos socio-demográficos, de consumo, índices de precios, indicadores que dan cuenta de la marcha de la industria, del agro, del turismo y de la economía son temas de conversación y van influyendo en el humor social.
Si abordamos la producción estadística desde el punto de vista comunicacional, en tanto dimensión simbólica que atraviesa las relaciones sociales, constituye un proceso y a su vez una relación que se establece entre los distintos actores involucrados que a nivel general podemos definir como: los respondentes, los productores y los usuarios.