Se denominan comúnmente ectoparásitos a aquellos artrópodos parásitos de vertebrados que se encuentran por fuera del cuerpo de su hospedador. Si bien algunas especies habitan por debajo del tegumento, nunca se localizan en cavidades corporales. Los ectoparásitos representan un grupo sumamente heterogéneo en cuanto a su taxonomía y biología, que incluye a los ácaros, garrapatas, pulgas y piojos, entre otros. El complejo ectoparásito-hospedador constituye un modelo interesante para estudios teóricos de ecología, evolución y biogeografía. Además, la alternancia entre fases de vida libre y parasitaria que presentan muchos ectoparásitos en su ciclo de vida, les facilita su participación en diferentes eslabones de la cadena epidemiológica, ya sea como parásitos propiamente dicho, vectores de patógenos y hospedadores intermediarios de helmintos. Los artrópodos constituyen el phylum con mayor diversidad específica del reino animal, habiéndose reconocido un poco más de un millón de especies. Se caracterizan por tener cuerpo simétrico con presencia de segmentos repetitivos, fenómeno conocido como metamería, acompañada de una tagmatización con división del cuerpo en dos o tres regiones en la mayoría de los casos. El exoesqueleto es quitinoso y lo mudan periódicamente.