Esta enfermedad que fue descrita por primera vez por Waldestróm, en 1944, es una afección que está íntimamente emparentada con el mieloma múltiple y es una alteración irreversible de las proteínas con el carácter de una paraproteinemia.
Waldestróm señaló como signos característicos:
a) La presencia en el plasma de una macroglobulina, es decir, una globulina de peso molecular muv elevado, con constante de sedimentación S20 en cantidad mayor del 15 % de las globulinas.
b) La infiltración y proliferación en la médula ósea y demás órganos del SRE, de un tipo de células de estirpe reticular, pero que en su morfología recuerda a la serie linfocítica y a la plasmocítica, es decir, sería una reticulosis plasmo-linfocitaria. Dichas células elaboran un exceso de inmunoglobulinas o fragmentos de las mismas que en 1940 fueron denominadas por Apitz de “paraproteínas” consideradas por este autor como afines aunque diferentes de las gammaolobulinas normales.