Asistimos a una etapa de la historia de la humanidad donde todas las relaciones sociales están atravesadas por los medios masivos de información. Ellos se constituyen en actores claves a la hora de la conformación de las subjetividades de millones de hombres y mujeres en el mundo.
Se presentan como los encargados de reflejar fielmente lo que sucede en nuestro entorno cercano y lejano en tiempo y espacio, sin embargo asumir dicha premisa sería una ingenuidad de nuestra parte.
En Argentina el surgimiento de la prensa estuvo asociado a propagar las ideas políticas de aquellos que querían independizarse de los españoles, de la mano de Manuel Belgrano. Hoy, sin embargo, afirmar que un medio cuando construye y pone a circular un relato en la sociedad dejando entrever su ideología política, es sinónimo de incredibilidad.
Es interesante analizar cómo los medios construyen determinados actores sociales y que características les atribuyen para luego ponerlas a circular y "propagar" como un estandarte de verdad absoluta e irrefutable. Por supuesto que esos relatos sirven como termómetro de los avances y retrocesos de la sociedad en tanto construcción cultural en un momento determinado.