¿Cómo surge la murga? ¿Cómo interpretan, consumen, transforman los jóvenes a la cultura?, ¿Qué discursos circulan, adhieren o resignifican en ese espacio? Estas y otras preguntas surgen como ejes para reflexionar las prácticas del presente e indagar las herramientas heredadas y surgidas a principios de siglo, con el propósito de analizar a la murga como un híbrido de la sociedad y los jóvenes como principales actores sociales.
La murga ha pasado a ser en los últimos años una práctica de la cultura popular1 en la cual se manifiesta todo tipo de lucha: social, política, ideológica, simbólica y contra hegemónica. En el sentido, Archenti (2001) expresa que lo popular es concebido en dos aspectos: el primero, “como lugar de creación, interpretación y reinterpretación colectiva de las condiciones de vida de los sectores llamados populares o subalternos”; y el segundo, “como núcleo de resistencia a nivel simbólico, como impugnación de los proyectos hegemónicos, como lugar de lucha que continúa en el plano de las ideas y los significados, la lucha económica y política de los sectores subalternos”.
Sobre esta definición se intentará reflexionar acerca de cómo la cultura es la que permite el desarrollo de la acción murguera, volviendo al territorio urbano como espacio interactuado y entrecruzado por significados y sentidos, siendo los jóvenes los impulsores y protagonistas de este tipo de manifestación colectiva, artística y callejera. Analizando, respecto de los factores identitarios y las prácticas sociales que posibilitan la ruptura de lo cotidiano en la escena pública de la ciudad de La Plata.