El libro nos habla de una manera amena y con la dosis de erudición imprescindible, de las actividades básicas de la escritura, la lectura y la conservación de los textos. El tema parece demasiado amplio para las dimensiones del libro, pero el dato clave aquí está al final del subtítulo: Cavallo se circunscribe al período de pasaje de la Antigüedad al Medioevo; es decir, no pretende decirnos todo sobre el escribir, leer y conservar en las Edades Antigua y Media completas, sino que se enfoca en el tiempo de la transición, por una parte, prestando especial atención al período helenístico como eslabón entre los períodos áureos de Atenas y de Roma, y por otra parte, cubriendo desde la Antigüedad tardía hasta la Alta Edad Media. Se nos da, obviamente, un panorama inicial del mundo clásico greco-latino, y se alude al final a las proyecciones del proceso estudiado en la Plena Edad Media (las transformaciones que provocó la actividad de las órdenes mendicantes en el siglo XIII, particularmente); pero el análisis detallado se detiene a mediados del siglo XII, es decir, en los umbrales de esa gran revolución de la cultura europea occidental que fue el llamado “Renacimiento del siglo XII” —una interpretación histórica quizás demasiado galo-céntrica a los ojos de un especialista italiano.