Materia, espacio y tiempo son dimensiones centrales de la música para las preocupaciones compositivas de Gabriel Valverde. Para él, escuchar y componer son posibles solo si se atraviesa el acto de pensar la música desde esas dimensiones. En Ese grito es todavía un grito de amor quedan plasmados de manera conmovedora todos esos pensamientos. Para el libreto, Valverde parte de textos de Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes, y se centra en un hombre que espera. Y como paradigma del transcurrir dramático del tiempo, esa espera es inminentemente musical. La cita que encabeza la reseña aparece hacia el final del libreto y corona las ideas trabajadas en la música.