Toda política pública se sitúa en un entramado de disputas por sus sentidos. Desde esta perspectiva, el artículo repone la puja de imaginarios culturales en relación con el aborto en el marco del debate parlamentario del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
En este sentido, se plantea que el momento actual de institucionalización y conflicto del tema es heredero de dos procesos simultáneos: las manifestaciones del Ni Una Menos y la masificación del movimiento feminista argentino, por un lado, formateando la disputa; y el rol de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, por el otro, dando contenido, articulando argumentos y simbologías.
De esta forma, cobran relevancia los esfuerzos activistas por discutir lo naturalizado por el sentido común de una sociedad estructurada a partir del hecho patriarcal.